miércoles, 29 de septiembre de 2010

El Premio ? A la Impunidad

Uno de los tantos aspectos que siempre me ha llamado la atención al momento de observar otras culturas, es la percepción que tienen estas sobre tiempo. Hay las que lo valoran y las que no. En las culturas donde es valorado, el llegar 5 minutos tarde sin justificación, puede ser razón suficiente para deteriorar una amistad o ser despedido de un trabajo. En otras no hay de qué preocuparse, si vas 45 minutos tarde, probablemente te dejen esperando a ti otros 45 más.



Creo ver una relación en esto, me da la impresión que es en las culturas individualistas donde tienden más a valorarlo y en las colectivistas donde se le resta importancia. Me atrevo a decir también que de manera generalizada, se podría decir que los países desarrollados tienden más a valorar el tiempo que los que están en vías de desarrollo. ¿Por qué será? Aquí es totalmente aceptable llegar 35 minutos tarde a una cita. De hecho, creo que es peor visto quien no puede esperar 35 minutos a alguien que quien hacer esperar 35 minutos a alguien.



Me da la impresión que la impuntualidad aquí la consideran como un rasgo simpático . Muchos sonríen al momento que niegan levemente con la cabeza, cuando ver llegar a alguien tarde a un compromiso, como diciendo “ah nunca puede faltar el impuntual…” A la gente le causa gracia escuchar relatos de extranjeros con culturas muy diferentes, cuando estos se quejan de los inconvenientes que les fueron causados por la impuntualidad . La gente luego cuenta esos relatos, como si fueran motivo de orgullo, casi compitiendo por ver quien tiene el más gracioso de todos. Lo más que se puede hacer por esos extranjeros en ese momento, es explicarles que es parte del “folklore” y que no se lo tomen de manera personal. Yo que he vivido años por aquí y aún así me resulta muy molesto, para ellos ha de ser muy difícil.



Esto no es un problema de algunos cuantos o estereotipo, es un problema generalizado y lo encuentras en lugares donde no esperarías que existiera. ¿Hasta en las empresas? Sí, me entristece conocer gente que a pesar de ser exitosos profesionales , posean una cultura al respecto tan pobre, que no entiendo como es que llegaron hasta donde están o como han logrado mantenerse ahí. Tan pobre como para relacionar la idea de que el hacer esperar a otra persona, refleja una relación de mayor poder que esta. Que el estar arriba les da el derecho de desperdiciar el tiempo de quienes están debajo a su antojo. En otros países quien no puede estar a tiempo a la hora en que acordó es considerado un inepto, aquí es considerado alguien importante y poderoso. En las empresas, las cosas llegan a tal absurdo que algunas han implementado el “bono por puntualidad”. ¿Al rato van a sacar el “bono por no robar” o que? Creo que el hacer algo bueno es lo que debe de ser premiado, de ninguna manera el “abstenerse de hacer algo malo”. Llegar a la hora que se acordó es lo mínimo esperable de quienes pretenden trabajar juntos.



¿Por qué decidí llamar este artículo el premio a la impuntualidad? Lo hice porque siento que ese es el enfoque con el que se maneja. Algunos les parecerá tan normal la impuntualidad que se extrañan de alguien que parezca no querer aceptarla. Yo siempre he sido muy puntual toda mi vida y me organizo de tal manera en que estoy en el lugar a la hora en que se acordó. No me gusta esperar por lo que yo tampoco hago esperar a la gente con la que quedo. Si por algún imprevisto me doy cuenta que no voy a poder llegar a tiempo, aviso en ese momento y pido disculpas al llegar.



Siento que nosotros mismos somos quienes incentivamos la impuntualidad. Comenzando por aceptar esos 35 minutos de tregua, la gente que podría llegar a tiempo en muchos casos de igual manera los espera por temor a llegar “demasiado temprano” y estar esperando a los demás. Siguiendo por “respetar” la impuntualidad de los demás y retrasar los compromisos a modo que hayan llegado todos los impuntuales. ¿Cuántas veces no ha tenido que esperar uno, “35 minutillos más” a que llegue la mayoría de la gente para que comienze una conferencia o alguna cosa por el estilo? Eso empeora sumandole el que aquí, tener algún conocido haciendo fila es garantía de alcanzar buen lugar. ¿A quién le importa llegar temprano si comoquiera es solo cosa de darse la vuelta y ver a quien se topan? Luego no falta el listillo que quiere apartar la fila entera en el cine.



Otro caso muy notorio, al menos para mí, es en las cenas. La diferencia de llegada entre el primero y el último puede ser fácilmente de 1 hora, pero eso sí, nadie comienza hasta que llegue el último, y nadie se levanta hasta que el último haya terminado. Actuando de esa



,manera realmente el de la mejor posición siempre es el impuntual, el jamás desperdicia su tiempo.

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