Una de las interrogantes que toda la vida he tenido (y estoy seguro de no ser el único) es ¿Por qué la gente ve tantas novelas? ¿Cuál es el elixir mágico que tienen? ¿Qué tipo de imán son que atraen tanto? Y es que ver una novela es la mayor prioridad en la vida , sí, de todos, no sólamente las mujeres, ya que conozco a muchos hombres que todos los días están frente al TV para no perderse “la novela de las seis ” (esa es otra, que ni los nombres se saben).
Son curiosas las excusas que muchos amigos ponen, como la clásica “Yo sólo la veo para bucearme a las tipas ” o sino también “Es que no hay nada bueno que ver, yo sólo prendo el TV pero no lo miro” (sí, claro).
Por otra parte las mujeres, son más inconcebibles todavía, ya que más importante que el trabajo, que el novio, que el marido, que todo, está la novela. Sí, la novela es algo primordial, algo impelable, y así una mujer no haya visto la mitad de todos los capítulos, o queden 5 capítulos para el final, siempre se pondrá al día, porque habrá otra mujer que le explique todo. Aclarando dudas como “quién es el protagonista” (normalmente el más cuadrado) y “quién es la mala” será suficiente para entender el resto. Lo demás son personajes secundarios que “son un vacilón” o llevan una historia paralela que a nadie le importa.
Desde muy pequeño siempre escuchaba gritos en la cocina cuando era de día, y gritos en el cuarto de mi mamá cuando era de noche. Un día me surgió la curiosidad y fuí a averiguar qué estaba ocurriendo, a lo que me llevo la sorpresa de que mi madre, junto a mi tía, no estaban gritándose entre ellas, sino gritándole al televisor, sí, a la propia pantalla que tenían al frente de ellas. Al principio dudé respecto a qué estaba sucediendo, pero más tarde pude comprender a la perfección. Estaban “diciéndole” a los personajes lo que debían o no debían hacer. “Contéstale estúpida, él te ama, no te dejes engañar, atiéndele, si es tontaaaa esta muchacha dios mio, no puedo con ella, ay no no, cambia el canal por favor”. Otra cosa que noté es que al final de cada escena, los personajes en cuestión se quedan mirando las caras, sin decir nada. “La verdad Dulce María, es que este señor que está acá, pues… pues… ¡Dime mamá, dime! Pues, hija, Raúl no es tu verdadero padre” chan chan, chan chan (es así más o menos la musiquita que ponen) seguido de un locutor “¿Será verdad lo que le dijeron a Dulce María? ¿Es cierto que Don Raúl no es su padre? ¡Averíguenlo! El próximo Lunes y a la misma hora, el desenlace de ‘Tetas y paraisos ’ por Tv......., el canal del suspenso”. Toda la comunidad pasa el fin de semana hablando de Dulce María, de su malévola madre que le ocultó el secreto de su padre durante toda una vida, de su posible embarazo, de si será o no será, y hasta rezan para que la novela no sea interrumpida por un discurso presidencial o un partido de futbol . También aprovechan para poner al día a los que se perdieron el capítulo.
En fín, yo me voy, ya va a empezar la novela
domingo, 12 de septiembre de 2010
El vicio de las novelas
Una de las interrogantes que toda la vida he tenido (y estoy seguro de no ser el único) es ¿Por qué la gente ve tantas novelas? ¿Cuál es el elixir mágico que tienen? ¿Qué tipo de imán son que atraen tanto? Y es que ver una novela es la mayor prioridad en la vida , sí, de todos, no sólamente las mujeres, ya que conozco a muchos hombres que todos los días están frente al TV para no perderse “la novela de las seis ” (esa es otra, que ni los nombres se saben).
Son curiosas las excusas que muchos amigos ponen, como la clásica “Yo sólo la veo para bucearme a las tipas, .......” o sino también “Es que no hay nada bueno que ver, yo sólo prendo el TV pero no lo miro” (sí, claro).
Por otra parte las mujeres, son más inconcebibles todavía, ya que más importante que el trabajo, que el novio, que el marido, que todo, está la novela. Sí, la novela es algo primordial, algo impelable, y así una mujer no haya visto la mitad de todos los capítulos, o queden 5 capítulos para el final, siempre se pondrá al día, porque habrá otra mujer que le explique todo. Aclarando dudas como “quién es el protagonista” (normalmente el más cuadrado) y “quién es la mala” será suficiente para entender el resto. Lo demás son personajes secundarios que “son un vacilón” o llevan una historia paralela que a nadie le importa.
Desde muy pequeño siempre escuchaba gritos en la cocina cuando era de día, y gritos en el cuarto de mi mamá cuando era de noche. Un día me surgió la curiosidad y fuí a averiguar qué estaba ocurriendo, a lo que me llevo la sorpresa de que mi madre, junto a mi tía, no estaban gritándose entre ellas, sino gritándole al televisor, sí, a la propia pantalla que tenían al frente de ellas. Al principio dudé respecto a qué estaba sucediendo, pero más tarde pude comprender a la perfección. Estaban “diciéndole” a los personajes lo que debían o no debían hacer. “Contéstale estúpida, él te ama, no te dejes engañar, atiéndele, si es idiotaaaaa esta muchacha dios mio, no puedo con ella, ay no no, cambia el canal por favor”. Otra cosa que noté es que al final de cada escena, los personajes en cuestión se quedan mirando las caras, sin decir nada. “La verdad Dulce María, es que este señor que está acá, pues… pues… ¡Dime mamá, dime! Pues, hija, Raúl Enrique no es tu verdadero padre” chan chan, chan chan (es así más o menos la musiquita que ponen) seguido de un locutor “¿Será verdad lo que le dijeron a Dulce María? ¿Es cierto que Don Raúl no es su padre? ¡Averíguenlo! El próximo Lunes y a la misma hora, el desenlace de ‘Las tetas y el Paraiso....’ por tu television....., el canal del suspenso”. Toda la comunidad pasa el fin de semana hablando de Dulce María, de su malévola madre que le ocultó el secreto de su padre durante toda una vida, de su posible embarazo, de si será o no será, y hasta rezan para que la novela no sea interrumpida por algun discurso presidencial o un partido de futbol . También aprovechan para poner al día a los que se perdieron el capítulo.
En fín, yo me voy, ya va a empezar la novela.
Son curiosas las excusas que muchos amigos ponen, como la clásica “Yo sólo la veo para bucearme a las tipas, .......” o sino también “Es que no hay nada bueno que ver, yo sólo prendo el TV pero no lo miro” (sí, claro).
Por otra parte las mujeres, son más inconcebibles todavía, ya que más importante que el trabajo, que el novio, que el marido, que todo, está la novela. Sí, la novela es algo primordial, algo impelable, y así una mujer no haya visto la mitad de todos los capítulos, o queden 5 capítulos para el final, siempre se pondrá al día, porque habrá otra mujer que le explique todo. Aclarando dudas como “quién es el protagonista” (normalmente el más cuadrado) y “quién es la mala” será suficiente para entender el resto. Lo demás son personajes secundarios que “son un vacilón” o llevan una historia paralela que a nadie le importa.
Desde muy pequeño siempre escuchaba gritos en la cocina cuando era de día, y gritos en el cuarto de mi mamá cuando era de noche. Un día me surgió la curiosidad y fuí a averiguar qué estaba ocurriendo, a lo que me llevo la sorpresa de que mi madre, junto a mi tía, no estaban gritándose entre ellas, sino gritándole al televisor, sí, a la propia pantalla que tenían al frente de ellas. Al principio dudé respecto a qué estaba sucediendo, pero más tarde pude comprender a la perfección. Estaban “diciéndole” a los personajes lo que debían o no debían hacer. “Contéstale estúpida, él te ama, no te dejes engañar, atiéndele, si es idiotaaaaa esta muchacha dios mio, no puedo con ella, ay no no, cambia el canal por favor”. Otra cosa que noté es que al final de cada escena, los personajes en cuestión se quedan mirando las caras, sin decir nada. “La verdad Dulce María, es que este señor que está acá, pues… pues… ¡Dime mamá, dime! Pues, hija, Raúl Enrique no es tu verdadero padre” chan chan, chan chan (es así más o menos la musiquita que ponen) seguido de un locutor “¿Será verdad lo que le dijeron a Dulce María? ¿Es cierto que Don Raúl no es su padre? ¡Averíguenlo! El próximo Lunes y a la misma hora, el desenlace de ‘Las tetas y el Paraiso....’ por tu television....., el canal del suspenso”. Toda la comunidad pasa el fin de semana hablando de Dulce María, de su malévola madre que le ocultó el secreto de su padre durante toda una vida, de su posible embarazo, de si será o no será, y hasta rezan para que la novela no sea interrumpida por algun discurso presidencial o un partido de futbol . También aprovechan para poner al día a los que se perdieron el capítulo.
En fín, yo me voy, ya va a empezar la novela.
El lucrativo negocio de los secuestros
Este terrible mal que nos afecta ya esta fuera de control, los secuestros ya nos son perpetrados solamente por "guerrilleros "..... , sino que cualquiera que quiera hacerlo lo hace y sin tenerle miedo a la justicia, el hampa comun cada vez esta teniendo fuerte participacion en esta actividad.
Cada vez que escucho que secuestraron a alguien, la mala sangre que me invade , es tan grande por el solo hecho de pensar que no habran culpables, solo logran atrapar a los borregos, pero los verdaderos autores y cabecillas de tan detestables actos casi nunca se sabe quienes son........, son unos fantasma........
Dicen que la disuasión es una de las mejores armas a la hora de evitar conflictos. Carteles que avisan de la presencia de alarmas o perros peligrosos para disuadir a los amigos de lo ajeno, presencia policial en las calles para que los delincuentes se lo piensen antes de hacer de las suyas, y así un largo etcétera. Del mismo modo, una actuación . O al revés, determinadas inacciones llevan a inferir que ésta o aquélla conducta, por delictivas que sean, resultan sumamente rentables.
Lo cierto es que nadie esta excento de un secuestro, si te ven que tienes algo de comodidades te secuestran, y digamede aquellos que si tienen, pobre de ellos por que son un blanco seguro.
Cada vez que escucho que secuestraron a alguien, la mala sangre que me invade , es tan grande por el solo hecho de pensar que no habran culpables, solo logran atrapar a los borregos, pero los verdaderos autores y cabecillas de tan detestables actos casi nunca se sabe quienes son........, son unos fantasma........
Dicen que la disuasión es una de las mejores armas a la hora de evitar conflictos. Carteles que avisan de la presencia de alarmas o perros peligrosos para disuadir a los amigos de lo ajeno, presencia policial en las calles para que los delincuentes se lo piensen antes de hacer de las suyas, y así un largo etcétera. Del mismo modo, una actuación . O al revés, determinadas inacciones llevan a inferir que ésta o aquélla conducta, por delictivas que sean, resultan sumamente rentables.
Lo cierto es que nadie esta excento de un secuestro, si te ven que tienes algo de comodidades te secuestran, y digamede aquellos que si tienen, pobre de ellos por que son un blanco seguro.
El lucrativo negocio de los secuestros
Este terrible mal que nos afecta ya esta fuera de control, los secuestros ya nos son perpetrados solamente por "guerrilleros "..... , sino que cualquiera que quiera hacerlo lo hace y sin tenerle miedo a la justicia, el hampa comun cada vez esta teniendo fuerte participacion en esta actividad.
Cada vez que escucho que secuestraron a alguien, la mala sangre que me invade , es tan grande por el solo hecho de pensar que no habran culpables, solo logran atrapar a los borregos, pero los verdaderos autores y cabecillas de tan detestables actos casi nunca se sabe quienes son........, son unos fantasma........
Dicen que la disuasión es una de las mejores armas a la hora de evitar conflictos. Carteles que avisan de la presencia de alarmas o perros peligrosos para disuadir a los amigos de lo ajeno, presencia policial en las calles para que los delincuentes se lo piensen antes de hacer de las suyas, y así un largo etcétera. Del mismo modo, una actuación . O al revés, determinadas inacciones llevan a inferir que ésta o aquélla conducta, por delictivas que sean, resultansumamente rentables.
Lo cierto es que nadie esta excento de un secuestro, si te ven que tienes algo de comodidades te secuestran, y digamede aquellos que si tienen, pobre de ellos por que son un blanco seguro.
Cada vez que escucho que secuestraron a alguien, la mala sangre que me invade , es tan grande por el solo hecho de pensar que no habran culpables, solo logran atrapar a los borregos, pero los verdaderos autores y cabecillas de tan detestables actos casi nunca se sabe quienes son........, son unos fantasma........
Dicen que la disuasión es una de las mejores armas a la hora de evitar conflictos. Carteles que avisan de la presencia de alarmas o perros peligrosos para disuadir a los amigos de lo ajeno, presencia policial en las calles para que los delincuentes se lo piensen antes de hacer de las suyas, y así un largo etcétera. Del mismo modo, una actuación . O al revés, determinadas inacciones llevan a inferir que ésta o aquélla conducta, por delictivas que sean, resultansumamente rentables.
Lo cierto es que nadie esta excento de un secuestro, si te ven que tienes algo de comodidades te secuestran, y digamede aquellos que si tienen, pobre de ellos por que son un blanco seguro.
El consumismo
Las empresas se gastan millones de euros en campañas publicitarias para incitarnos a comprar sus productos, así que es importante que nos analicemos a nosotros mismos y entendamos mejor los mecanismos que hay tras cada compra. Razones por las que creo que compramos cosas:
Cubrir nuestras necesidades
La razón básica para efectuar compras es simple: necesidad. Necesitamos comida, cobijo y ropa. Aun así, no necesitamos comer en un restaurante galardonado , ni vivir en una mansión o tener una colección de zapatos tan grande como la de Imelda Marcos. Pero aunque decidamos ser frugales, vivir significa consumir. No podemos simplemente dejar de comprar.
Es uno de los motivos más claros que nos lleva a realizar compras. Necesitas un lugar donde comer, así que compras una mesa. Necesitas un lugar donde dormir, así que compras una cama. Necesitas un sitio para guardar la ropa, así que te compras un armario. Si no tuviéramos acceso a mesas, camas o armarios, puede que inventamos otras soluciones a estos problemas, pero teniendo soluciones a medida esperando a que nos decidamos a comprarlas, lo lógico es que las aprovechemos.
Muchas veces esto nos lleva a una reacción en cadena: compras una mesa, así que necesitas un mantel; también necesitas ropa de cama para la cama. Cualquier madre o padre , podía decirte que los artículos que un bebe “necesita tener” no dejan de proliferar. El hecho de que las generaciones anteriores consiguieran sobrevivir sin esos productos se nos hace difícil de creer.
Nuestros ensueños y fantasías constituyen impulsos poderosos que nos llevan a consumir. Los artículos de lujo se venden con la premisa de alcanzar un estilo de vida. Como no necesitamos collares de diamantes, esa necesidad debe ser creada. En realidad todos sabemos que aunque compremos un coche de alta gama, eso no nos garantiza una cita sexy, pero tras ver miles de anuncios reforzando la conexión entre el atractivo sensual y casi cualquier producto, nos han reformateado el cerebro.
Vemos imágenes de gente guapa, energética y con cuerpos atléticos, y creemos que si comparamos el “Abdominator Plus” seremos así también. Para evitar este tipo de compras, necesitamos adquirir una disciplina que nos permita pensar con claridad y separar las fantasías que el mercado crea de la realidad.
Los costos asequibles son otro factor que lleva a un alto consumo. Para las familias de hoy, los mayores costes se encuentran en la vivienda, pero esta economía global nos permite conseguir ropa, productos electrónicos y menaje a precios muy baratos. Entre rebajas, descuentos, outlets y tiendas online, estamos continuamente expuestos a mercancías muy asequibles.
A muchos de nosotros nos cuesta desarrollar la disciplina necesaria para resistir esos precios tentadores y no terminar comprando de más. Es muy común que una persona llegue a casa cargada con un montón de productos y encantada de haber ahorrado tanto.
Comprar puede satisfacer temporalmente nuestras necesidades psicológicas. Nos decimos continuamente que “nos merecemos esto” o lo otro. Acabamos por convencernos de que esas cosas nos harán felices, así que cuando estamos aburridos o deprimidos, la novedad que representa adquirir algo nuevo actúa como un tónico. Ir de compras está considerado por muchos como una actividad recreativa más, incluso como un hobby.
Comprar estimula nuestros sentidos. Salir de compras es una forma de conectar con el mundo exterior cuando estamos solos. Los publicistas pueden convencernos para que nos demos ciertos lujos, ¡pero somos nosotros los que vamos a pagarlos! (Y si los pagamos con el crédito de la tarjeta, peor).
Muchos de nosotros sentimos la necesidad de ir a la moda, aunque sigamos estilos distintos. Nuestra imagen profesional puede requerirlo, pero muchas otras veces es nuestra propia inseguridad la que nos lleva a comprar. Si queremos ir siempre a la moda no tenemos más remedio que descartar ropa que todavía está en perfectas condiciones. La obsesión con las marcas se ve reforzada por las campañas de marketing. Siempre me he preguntado por qué la gente está dispuesta a pagar una prenda mucho más cara por un simple logo. Desde mi punto de vista, deberían ser las firmas las que nos pagasen por llevar sus marcas bien visibles en nuestras ropas y complementos.
Cubrir nuestras necesidades
La razón básica para efectuar compras es simple: necesidad. Necesitamos comida, cobijo y ropa. Aun así, no necesitamos comer en un restaurante galardonado , ni vivir en una mansión o tener una colección de zapatos tan grande como la de Imelda Marcos. Pero aunque decidamos ser frugales, vivir significa consumir. No podemos simplemente dejar de comprar.
Es uno de los motivos más claros que nos lleva a realizar compras. Necesitas un lugar donde comer, así que compras una mesa. Necesitas un lugar donde dormir, así que compras una cama. Necesitas un sitio para guardar la ropa, así que te compras un armario. Si no tuviéramos acceso a mesas, camas o armarios, puede que inventamos otras soluciones a estos problemas, pero teniendo soluciones a medida esperando a que nos decidamos a comprarlas, lo lógico es que las aprovechemos.
Muchas veces esto nos lleva a una reacción en cadena: compras una mesa, así que necesitas un mantel; también necesitas ropa de cama para la cama. Cualquier madre o padre , podía decirte que los artículos que un bebe “necesita tener” no dejan de proliferar. El hecho de que las generaciones anteriores consiguieran sobrevivir sin esos productos se nos hace difícil de creer.
Nuestros ensueños y fantasías constituyen impulsos poderosos que nos llevan a consumir. Los artículos de lujo se venden con la premisa de alcanzar un estilo de vida. Como no necesitamos collares de diamantes, esa necesidad debe ser creada. En realidad todos sabemos que aunque compremos un coche de alta gama, eso no nos garantiza una cita sexy, pero tras ver miles de anuncios reforzando la conexión entre el atractivo sensual y casi cualquier producto, nos han reformateado el cerebro.
Vemos imágenes de gente guapa, energética y con cuerpos atléticos, y creemos que si comparamos el “Abdominator Plus” seremos así también. Para evitar este tipo de compras, necesitamos adquirir una disciplina que nos permita pensar con claridad y separar las fantasías que el mercado crea de la realidad.
Los costos asequibles son otro factor que lleva a un alto consumo. Para las familias de hoy, los mayores costes se encuentran en la vivienda, pero esta economía global nos permite conseguir ropa, productos electrónicos y menaje a precios muy baratos. Entre rebajas, descuentos, outlets y tiendas online, estamos continuamente expuestos a mercancías muy asequibles.
A muchos de nosotros nos cuesta desarrollar la disciplina necesaria para resistir esos precios tentadores y no terminar comprando de más. Es muy común que una persona llegue a casa cargada con un montón de productos y encantada de haber ahorrado tanto.
Comprar puede satisfacer temporalmente nuestras necesidades psicológicas. Nos decimos continuamente que “nos merecemos esto” o lo otro. Acabamos por convencernos de que esas cosas nos harán felices, así que cuando estamos aburridos o deprimidos, la novedad que representa adquirir algo nuevo actúa como un tónico. Ir de compras está considerado por muchos como una actividad recreativa más, incluso como un hobby.
Comprar estimula nuestros sentidos. Salir de compras es una forma de conectar con el mundo exterior cuando estamos solos. Los publicistas pueden convencernos para que nos demos ciertos lujos, ¡pero somos nosotros los que vamos a pagarlos! (Y si los pagamos con el crédito de la tarjeta, peor).
Muchos de nosotros sentimos la necesidad de ir a la moda, aunque sigamos estilos distintos. Nuestra imagen profesional puede requerirlo, pero muchas otras veces es nuestra propia inseguridad la que nos lleva a comprar. Si queremos ir siempre a la moda no tenemos más remedio que descartar ropa que todavía está en perfectas condiciones. La obsesión con las marcas se ve reforzada por las campañas de marketing. Siempre me he preguntado por qué la gente está dispuesta a pagar una prenda mucho más cara por un simple logo. Desde mi punto de vista, deberían ser las firmas las que nos pagasen por llevar sus marcas bien visibles en nuestras ropas y complementos.
Alimentos light
Cuando podemos solemos optar por la versión más light en azúcar y grasa, pero a veces, no tanto... Os proponemos algunos alimentos light y no light para ver si resulta una buena elección los alimentos light.
Chocolate: El chocolate clásico y negro tiene entre 500 y 550 cal/g. El Chocolate que contiene leche, es menos graso pero más azucarado por ello, tiene la misma cantidad de calorias. El chocolate light tienen un 2% menos de azúcar gracias a los edulcorantes. Para compensar el sabor se le añade más materia grasa por lo que al final se superan las 500 calorías.
Lo ideal: dos onzas al día de chocolate negro no te harán daño.
Mahonesa: La mahonesa clásica tiene 70% de aceite y 100 cal/cuchara. En la versión light de mahonesas la parte grasa se sustituye por agua y espesante, esto la hace 5 veces menos calórica, pero hay que tener ojo pues podemos encontrar 5 g de grasas en una marca y hasta 40 g de grasas en otra.
Lo ideal: Aunque consumas mahonesa light si sueles comer una cucharada, no tomes dos porque sea light.
Bebidas azucaradas: Una lata de refresco de 33cl aporta 150 cal, y mucho azúcar (equivalente a 6 cucharitas ). En la versión light de los refrescos, se sustituye el azúcar por aspartamo reduciendo las calorias a una.
Lo ideal: La pega de los refrescos light es que el cuerpo no deja de acostumbrarse apetece algo dulce'.
Aperitivos: Los aperitivos clásico (mani , papas chips,...) son muy calóricos con 90 cal/por puñado, y están cargados de grasas y sal. La versión light de los aperitivos tienen un 10% menos de grasa y hasta un 25% menos de sal, pero no consiguen bajar de las 400 cal/100g.
Lo ideal: Cuando te sientas tentado/a, piensa que son supercaloricos y que no serás capaz de consumir solo un puñado.
Queso: El queso clásico de media contiene un 45% de materia grasa. A más curado más grasa, los blancos poseen menos calorías. Los quesos light tienen hasta un 30% menos de materia grasa, pues se elaboran con leche desnatada; sin embargo, un queso light tiene las mismas calorías que un camembert normal.
Lo ideal: El queso light es una ventaja, pero en sabor no pueden competir.
Yogures: El yogur normal sólo tiene 3% de materia grasa, excepto los yogures cremosos. Un yogur con leche entera tiene 55 cal. Los yogures light que se etiquetan como 0% materia grasa alcanzan las 40 cal por yogur elaborados con leche descremada. La versión yogur con frutas con edulcorantes alcanza las 55 cal.
Lo ideal: Los yogures clásicos tienen mejor sabor, pero si eliges con fruta elige uno light.
Galletas: Las galletas secas o con frutas tienen 450 cal/100 g y las que contienen chocolate alcanzan los 500 cal con mucha más grasa. Las galletas light por lo general son menos grasas, pero igual de azucaradas, a veces incluso más que las galletas clasicas. Las galletas light nunca tienen menos de 400 cal/100 g.
Lo ideal: Es mejor tomar las galletas que nos gustan pero sólo 2 ó 3 unidades.
Cereales: Los cereales normales, excepto los mueslis crujientes que son más grasos, tienen menos de 400 kcal/100 g. Los cereales light rondan los 400g/100g y los que llevan chocolate son más calóricos, más azucarados y más grasos aunque vendan que cuidan la linea. Los que llevan frutas son un poco menos grasos pero igual azucarados.
Lo ideal: Tomar cereales normales tipo copos de maíz o trigo natural.
Chocolate: El chocolate clásico y negro tiene entre 500 y 550 cal/g. El Chocolate que contiene leche, es menos graso pero más azucarado por ello, tiene la misma cantidad de calorias. El chocolate light tienen un 2% menos de azúcar gracias a los edulcorantes. Para compensar el sabor se le añade más materia grasa por lo que al final se superan las 500 calorías.
Lo ideal: dos onzas al día de chocolate negro no te harán daño.
Mahonesa: La mahonesa clásica tiene 70% de aceite y 100 cal/cuchara. En la versión light de mahonesas la parte grasa se sustituye por agua y espesante, esto la hace 5 veces menos calórica, pero hay que tener ojo pues podemos encontrar 5 g de grasas en una marca y hasta 40 g de grasas en otra.
Lo ideal: Aunque consumas mahonesa light si sueles comer una cucharada, no tomes dos porque sea light.
Bebidas azucaradas: Una lata de refresco de 33cl aporta 150 cal, y mucho azúcar (equivalente a 6 cucharitas ). En la versión light de los refrescos, se sustituye el azúcar por aspartamo reduciendo las calorias a una.
Lo ideal: La pega de los refrescos light es que el cuerpo no deja de acostumbrarse apetece algo dulce'.
Aperitivos: Los aperitivos clásico (mani , papas chips,...) son muy calóricos con 90 cal/por puñado, y están cargados de grasas y sal. La versión light de los aperitivos tienen un 10% menos de grasa y hasta un 25% menos de sal, pero no consiguen bajar de las 400 cal/100g.
Lo ideal: Cuando te sientas tentado/a, piensa que son supercaloricos y que no serás capaz de consumir solo un puñado.
Queso: El queso clásico de media contiene un 45% de materia grasa. A más curado más grasa, los blancos poseen menos calorías. Los quesos light tienen hasta un 30% menos de materia grasa, pues se elaboran con leche desnatada; sin embargo, un queso light tiene las mismas calorías que un camembert normal.
Lo ideal: El queso light es una ventaja, pero en sabor no pueden competir.
Yogures: El yogur normal sólo tiene 3% de materia grasa, excepto los yogures cremosos. Un yogur con leche entera tiene 55 cal. Los yogures light que se etiquetan como 0% materia grasa alcanzan las 40 cal por yogur elaborados con leche descremada. La versión yogur con frutas con edulcorantes alcanza las 55 cal.
Lo ideal: Los yogures clásicos tienen mejor sabor, pero si eliges con fruta elige uno light.
Galletas: Las galletas secas o con frutas tienen 450 cal/100 g y las que contienen chocolate alcanzan los 500 cal con mucha más grasa. Las galletas light por lo general son menos grasas, pero igual de azucaradas, a veces incluso más que las galletas clasicas. Las galletas light nunca tienen menos de 400 cal/100 g.
Lo ideal: Es mejor tomar las galletas que nos gustan pero sólo 2 ó 3 unidades.
Cereales: Los cereales normales, excepto los mueslis crujientes que son más grasos, tienen menos de 400 kcal/100 g. Los cereales light rondan los 400g/100g y los que llevan chocolate son más calóricos, más azucarados y más grasos aunque vendan que cuidan la linea. Los que llevan frutas son un poco menos grasos pero igual azucarados.
Lo ideal: Tomar cereales normales tipo copos de maíz o trigo natural.
ENAMORARSE
Buenas . Quiero hablarles del amor, porque viniendo para acá me he encontrado a un amigo que se ha enamorado locamente, y está imbécil perdido.
Esto me ha hecho plantearme algunas cosas: ¿Ustedes no creen que debería existir una baja laboral por enamoramiento? ¿Acaso no te dan la baja cuando tienes depresión o cuando tienes estrés? Pues yo creo que si tú vas al médico y le enseñas un folio en el que has escrito cien veces "quiero a Marta, quiero a Marta, quiero a Marta ", está claro que estás enfermo y así no se puede trabajar.
Cuando estás enamorado no es sólo que te comportas como un idiota. Es que además piensas que eres especial, que las cosas que haces no las hace nadie más en el mundo. Aunque en realidad lo que haces es repetir las mismas tonterías que hacen todos los enamorados.
Por ejemplo: el teléfono se convierte en el centro de tu vida, lo descuelgas cada cinco minutos para comprobar que hay línea. ¿Pero qué te crees? ¿Que te van a cortar la línea justo en el momento en el que te tiene que llamar ella? Hombre, los de Copaco tienen mala onda , pero no tanta .
Cuando por fin te llama te da un vuelco el corazón y te dispones a tener una conversación muy profunda:
- ¿Qué haces?
- Nada.
Y así, dos horas de conversación profunda y otras dos para colgar:
- Bueno, pues cuelga.
- No, cuelga tú.
- Tú primero.
- No, tú.
- Contamos tres y colgamos los dos a la vez.
- Uno, dos y tres.
Y si cuelga ella, te quedas jodido y piensas que tú la quieres más. Y la vuelves a llamar:
- Oye, me has colgado.
- ¿Pero no has dicho que contáramos hasta tres?
- Sí, pero no tan rápido.
Todo cambia cuando estás enamorado. Tu escala de valores varía radicalmente. Por ejemplo, antes, el domingo se lo dedicabas al fútbol. Ahora te vas a comer con ella y la sobremesa se prolonga. Tú la miras, ella te mira, la agarras de la mano, las seis de la tarde. Pero, por mucho que la quieras, eres un hombre. Y hay un momento en el no puedes más y te levantas: "Voy al servicio. No te vayas ¿eh?"
Y en cuanto no te vea , agarras al camarero y le dices "¿Eh, como va Olimpia..?" Y con eso te quedas, porque cuando llegas al coche no puedes poner un programa Deportivo. No señor, estás enamorado. Hay que poner musiquita romántica. Un CD que te has grabado especialmente para esa noche y que en un alarde de originalidad le has puesto el título de "Lentas".
Por cierto, el coche es uno de los sitios donde más se nota lo tonto que te has vuelto con esto del amor, porque por primera vez, en lugar de desear que se ponga en verde, quieres que cambien a rojo para darle un beso: "Uy rojo, muá".
Tampoco te importa que te piten cuando se pone verde, porque te sientes superior. Le haces una sonrisita a tu pareja y sigues. Y no te queda más remedio que volverte fino.
Cuando estás enamorado te comportas como un imbécil ya desde el primer momento en que la ves. Por ejemplo, si te enamoras de una chica en la biblioteca, en seguida se pone en marcha el juego de las miraditas...
Lees una línea, y la miras, pasas la página, y la miras, buscas un pañuelo, y la miras, te suenas los mocos y la miras... Y a veces, sencillamente la miras... Y es que no te atreves a acercarte... Te puedes tirar meses buscando esa frase que hará que ella caiga rendida a tus pies. Un día, por fin, la encuentras...: "Me acercaré y le diré...: Perdona ¿Te importaría no ser tan guapa, es que no puedo concentrarme en el libro". Entonces te levantas, vas hacia ella... pero cuando te acercas sólo eres capaz de decir: "¿Me dejas un boli? Es que se me ha gastado". Si te enamoras de una chica de fuera al separaros prometéis escribiros; y ella ya lo creo que te escribe. ¡todo el dia en el chat !... Pero te cuenta cosas de su vida en CDE que a ti no te interesan para nada...
"Hola Juan , estoy en CDE , está lloviendo... Acabo de llegar de clase de inglés, y estoy más aburrida... aunque el profesor es muy buena onda , es canadiense y lleva gafas" ¿Y a mi qué? Y de repente te pone: "Juan , tengo que dejar de escribir porque llegó mi madre" Y en la línea de abajo "Ya he vuelto, como te iba diciendo, lleva gafas..." Pues vale...
Sin embargo, nosotros cuando escribimos una carta vamos al grano: "Hola Marta : estoy caliente. Tqm Juan ". Y ya está.
En fin, que me voy a pedir la baja porque he visto a una chica en el bus y creo que estoy empezando a enfermar. Feliz semana.
Esto me ha hecho plantearme algunas cosas: ¿Ustedes no creen que debería existir una baja laboral por enamoramiento? ¿Acaso no te dan la baja cuando tienes depresión o cuando tienes estrés? Pues yo creo que si tú vas al médico y le enseñas un folio en el que has escrito cien veces "quiero a Marta, quiero a Marta, quiero a Marta ", está claro que estás enfermo y así no se puede trabajar.
Cuando estás enamorado no es sólo que te comportas como un idiota. Es que además piensas que eres especial, que las cosas que haces no las hace nadie más en el mundo. Aunque en realidad lo que haces es repetir las mismas tonterías que hacen todos los enamorados.
Por ejemplo: el teléfono se convierte en el centro de tu vida, lo descuelgas cada cinco minutos para comprobar que hay línea. ¿Pero qué te crees? ¿Que te van a cortar la línea justo en el momento en el que te tiene que llamar ella? Hombre, los de Copaco tienen mala onda , pero no tanta .
Cuando por fin te llama te da un vuelco el corazón y te dispones a tener una conversación muy profunda:
- ¿Qué haces?
- Nada.
Y así, dos horas de conversación profunda y otras dos para colgar:
- Bueno, pues cuelga.
- No, cuelga tú.
- Tú primero.
- No, tú.
- Contamos tres y colgamos los dos a la vez.
- Uno, dos y tres.
Y si cuelga ella, te quedas jodido y piensas que tú la quieres más. Y la vuelves a llamar:
- Oye, me has colgado.
- ¿Pero no has dicho que contáramos hasta tres?
- Sí, pero no tan rápido.
Todo cambia cuando estás enamorado. Tu escala de valores varía radicalmente. Por ejemplo, antes, el domingo se lo dedicabas al fútbol. Ahora te vas a comer con ella y la sobremesa se prolonga. Tú la miras, ella te mira, la agarras de la mano, las seis de la tarde. Pero, por mucho que la quieras, eres un hombre. Y hay un momento en el no puedes más y te levantas: "Voy al servicio. No te vayas ¿eh?"
Y en cuanto no te vea , agarras al camarero y le dices "¿Eh, como va Olimpia..?" Y con eso te quedas, porque cuando llegas al coche no puedes poner un programa Deportivo. No señor, estás enamorado. Hay que poner musiquita romántica. Un CD que te has grabado especialmente para esa noche y que en un alarde de originalidad le has puesto el título de "Lentas".
Por cierto, el coche es uno de los sitios donde más se nota lo tonto que te has vuelto con esto del amor, porque por primera vez, en lugar de desear que se ponga en verde, quieres que cambien a rojo para darle un beso: "Uy rojo, muá".
Tampoco te importa que te piten cuando se pone verde, porque te sientes superior. Le haces una sonrisita a tu pareja y sigues. Y no te queda más remedio que volverte fino.
Cuando estás enamorado te comportas como un imbécil ya desde el primer momento en que la ves. Por ejemplo, si te enamoras de una chica en la biblioteca, en seguida se pone en marcha el juego de las miraditas...
Lees una línea, y la miras, pasas la página, y la miras, buscas un pañuelo, y la miras, te suenas los mocos y la miras... Y a veces, sencillamente la miras... Y es que no te atreves a acercarte... Te puedes tirar meses buscando esa frase que hará que ella caiga rendida a tus pies. Un día, por fin, la encuentras...: "Me acercaré y le diré...: Perdona ¿Te importaría no ser tan guapa, es que no puedo concentrarme en el libro". Entonces te levantas, vas hacia ella... pero cuando te acercas sólo eres capaz de decir: "¿Me dejas un boli? Es que se me ha gastado". Si te enamoras de una chica de fuera al separaros prometéis escribiros; y ella ya lo creo que te escribe. ¡todo el dia en el chat !... Pero te cuenta cosas de su vida en CDE que a ti no te interesan para nada...
"Hola Juan , estoy en CDE , está lloviendo... Acabo de llegar de clase de inglés, y estoy más aburrida... aunque el profesor es muy buena onda , es canadiense y lleva gafas" ¿Y a mi qué? Y de repente te pone: "Juan , tengo que dejar de escribir porque llegó mi madre" Y en la línea de abajo "Ya he vuelto, como te iba diciendo, lleva gafas..." Pues vale...
Sin embargo, nosotros cuando escribimos una carta vamos al grano: "Hola Marta : estoy caliente. Tqm Juan ". Y ya está.
En fin, que me voy a pedir la baja porque he visto a una chica en el bus y creo que estoy empezando a enfermar. Feliz semana.
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