viernes, 10 de septiembre de 2010

TE JUNTAS CON CUALQUIERA

Siempre se ha dicho que la política y los negocios hacen extraños compañeros de cama, aunque Groucho Marx decía que lo que hace extraños compañeros de cama es el matrimonio.

William Shakespeare, en su obra La Tempestad, escribía que la miseria familiariza a un hombre con extraños compañeros de cama, que en su acepción original se refería a un náufrago que para sobrevivir debía compartir cobijo con un monstruo. Por siglos, su adaptación usual “la política hace extraños compañeros de cama”, ha sido utilizada para referirse a las alianzas coyunturales entre enemigos reales o aparentes que encuentran un referente común que los lleva a unir fuerzas, aún cuando la imagen de dicha asociación resulte ante los ojos de otros al menos extravagante.

Como el dicho popular ya es bastante sabio de por si, y a pesar de las muchas citas que en la literatura se refieren a estas alianzas, la cosa, al menos por estos pagos, se simplifica bastante, y hay una frase que lo resume bien claro: “te juntas con cualquiera”.

Y es que resulta chocante ver tomar copas y charlar en la esquina de una barra del Boliche de una fiesta popular a personajes tan dispares y distantes, que cuesta imaginar que no hace tanto tiempo que las denuncias volaban entre ellos, que se pedían inhabilitación y hasta cárcel, y sobre todo, que a día de hoy esos asuntos continúan en los juzgados, pendientes de sentencias y penas, y que ya llevan costados decenas de miles de dolares.
No me explico como se puede cambiar de opinión de la noche a la mañana. ¿cómo es posible que quien para ti hace meses era , putero o puta, ahora goce del placer de ser invitado, agasajado y exhibido públicamente a tu lado?

Una cosa es hacer una alianza puntual por intereses para quitar de en medio a un indeseable, y otra es beber los vientos y hacer borrón y cuenta nueva, y bailarse con el enemigo una Macarena canastera si se tercia.

Los ojos, los de bujía, que todo lo ven, no dejan de vichear estos movimientos extraños y anormales, y las memorias empiezan a funcionar recordando episodios pasados entre los nuevos compañeros de cama. En política parece ser que todo vale, aunque sería bueno recordar las acusaciones cruzadas en mítines y actos públicos, en decisiones de unos que perjudicaron a otros, en conocimientos de esos otros sobre ilegalidades de los primeros, en el tú eres tal y el otro es cual, en haber quien la suelta más grande…

¿No será que todos tienen algo que silenciar, que ninguno de ellos está claro y transparente? A ver, si no, como se explica , graves perjuicios económicos por decisiones de Jueces de tres al cuarto que encima de todo habitan en Casitas...... construidas por obra y gracia de su simple cara, y que atropellan la normativa etica que ellos mismos aplican. Algo debe de haber para que se agache la cabeza y se ponga un esparadrapo en la boca.

Que razón tenía Shakespeare, y la miseria y los míseros se alían para multiplicar esas miserias, para unificarlas y seguir jodiendo al personal. A fin de cuentas a los políticos poco o nada les interesan sus votantes. Se presentan a la elección por separado y después se alían contra natura para conseguir exclusivamente sus propios intereses, y al pueblo que le jodan.

Érase una noche de Polladas...., y en la esquina de la barra de chin chan feriero mostrábanse a todos los antaño detestados, los que mutuamente se llamaron, no hace tanto, borrico y cardo. Los ojos que les miraban no daban crédito, y de sus bocas una sola frase era pronunciada: “… te juntas con cualquiera”.

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